La Paz – Lunes 14 Agosto de 2017 | Unidad de Comunicación
La ministra de Salud, Ariana Campero Nava, llamó a dejar de lado los discursos ambientalistas, pensar en la vida y salud de niños, madres, jóvenes y ancianos que ante la falta de atención médica oportuna no hacen más que esperar la muerte. “Los cementerios de niños” son testimonios vivos de la realidad que enfrentan los habitantes del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
“Es fácil criticar desde un sillón cómodo, con WiFi, internet, un iphone y transporte en la puerta de la casa; otra cosa es ponerse en los pies descalzos de los indígenas o en los calzados de los médicos que deben enfrentar a la muerte en condiciones precarias”, afirmó la autoridad.
Como nunca antes, en los últimos años, profesionales médicos de Mi Salud son parte de la cotidianidad del Tipnis. Comparten la realidad de los pueblos indígenas mientras atienden a hombres, mujeres y niños de todas las edades y lidian con la muerte a cada paso.
“Los ambientalistas deben decidir. La salud de los que viven en el Tipnis también es un derecho… No podemos hablar del planeta tierra sino hablamos del ser humano”, remarcó la autoridad nacional al referirse a las madres y niños que fallecen por falta de atención médica oportuna y adecuada.
La difícil geografía del lugar hace imposible el traslado de material de construcción para levantar centros de salud, transportar medicamentos, no se cuenta con la más mínima condición para hacer análisis clínicos, la traslación de pacientes al hospital urbanos más cercano, en caso de emergencia, es imposible.
Los médicos se dan modos para atender a los enfermos, construyen improvisados y precarios pahuichis con troncos y hojas del lugar. Carecen de baños higiénicos, agua potable, energía eléctrica, no cuentan con una sola camilla y menos con una cama para el paciente.
Debido a estas condiciones, no es de extrañar que también los médicos caigan enfermos o sean víctimas de mordeduras de serpientes que ponen en peligro sus vidas. Hubo casos de médicos a quienes se les tuvo que amputar la pierna para salvar sus vidas.
“No podemos quedar indiferentes ante esta realidad que toca los sentimientos más profundos. No debemos permitir que los discursos ambientalistas estén por encima de la vida de niños y madres, que posturas ecologistas invisibilicen los derechos de estos pueblos”, remarcó la ministra Campero Nava.
MACH
