Sucre, 9 may (UC/MSyD).- El ministro de Salud y Deportes, Jeyson Auza, informó este lunes que en Bolivia se mantiene la vigilancia epidemiológica activa no solamente para la COVID-19 sino para cualquier enfermedad como la hepatitis cuya etiología aún no fue determinada, que se presentó en países europeos y recientemente en Argentina, dijo que existe un control minucioso y mediante protocolo en todo el territorio nacional para evitar un posible brote que aún no se tiene.
“Nosotros tenemos activada la vigilancia epidemiológica no solamente para la COVID-19 sino para todas las enfermedades que signifiquen una amenaza para la población boliviana y hemos emitido los instructivos correspondientes para que se reporte de manera inmediata cualquier caso de hepatitis que sobrepase la cantidad de casos esperados en esta época de cambio de clima y que nos hiciese pensar algún brote de esta enfermedad”, precisó la autoridad consultado por los periodistas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), alertó semanas atrás sobre un brote de hepatitis infantil de origen desconocido ya que no es de los casos comunes como A, B, C, D y E, en niños, principalmente en países europeos, aspecto que encendió el foco en Latinoamérica y Bolivia no es la excepción.
El ministro de Salud explicó que por el momento no se reportó en el país casos inusitados de esa patología, sin embargo, en caso de presentarse remarcó que el país se encuentra preparado para controlar la enfermedad y recordó que cuando se tiene una cantidad elevada de contagios recién se puede hablar de una epidemia.
“Nosotros cuando manejamos IRA’s o cuando manejamos cualquier enfermedad que pueda proliferar en la población, se maneja un canal endémico que tiene un rango ya sea superior o inferior, pude haber una cantidad mínima de casos o una máxima para lo cual estamos preparados”, enfatizó.
La hepatitis generalmente no tiene síntomas perceptibles, pero en estos casos que ataca a la población infantil pueden incluir orina oscura, heces de color gris pálido, picazón y coloración amarillenta de los ojos y la piel. Los infectados también pueden sufrir dolores musculares y articulares, temperatura alta, náuseas y estar inusualmente cansados todo el tiempo.