La Paz –Domingo 29 de Julio de 2018 | Unidad de Comunicación
Desde el año 2014 al 2017, se redujo la desnutrición crónica en niños menores de cinco años del 17,4% al 10,9%; al igual que la desnutrición aguda del 2,5% al 1,5% en el departamento de La Paz, informó este domingo el jefe de la Unidad de Alimentación y Nutrición del Ministerio de Salud, Yesid Humacayo.
“En los últimos años hubo un avance significativo en el abordaje de la desnutrición en Bolivia, en general. La Paz también redujo las cifras de forma interesante”, dijo la autoridad.
Existen dos estadios de desnutrición en menores: Crónica, referida al mal aprovechamiento de nutrientes por periodos largos y desnutrición aguda, causada por periodos recurrentes de enfermedad o disminución de la ingesta de alimentos de manera permanente.
“Si hablamos de indicadores, ambos (crónica y aguda) se han reducido casi al 50% con respecto al indicador del año 2006”, resaltó Humacayo.
La Organización Mundial de la Salud (dentro de los objetivos del milenio) recomienda que la incidencia en desnutrición aguda no sobrepase el 5% de una población determinada y que la desnutrición crónica disminuya en 50%. “Bolivia logró ambas metas propuestas por la OMS, pero aún falta trabajar”, dijo.
Para logar está disminución, desde el 2009, el Gobierno Nacional realizó trasferencias para el incentivo municipal y gobernaciones, valoradas en 22 millones de bolivianos, con el fin de impulsar 51 proyectos en el área de salud, agrícola, agua potable, riego y otros.
En el caso específico de La Paz, aperturó tres Unidades de Tratamiento del Desnutrido Agudo Grave, ubicados en el Hospital del Niño “Dr. Ovidio Aliaga”, del Norte y Boliviano Holandés.
También se impulsó el proyecto de Incentivo Municipal Periurbano en la ciudad de El Alto (distritos 7 y 8) para capacitar al personal médico y construir carpas solares para producción de hortalizas.
De forma paralela, se implementaron 29 unidades de nutrición integral, de las cuales, 25 se encuentran en el área rural de La Paz y 4 en la urbe alteña, todas liderizadas por un nutricionista y un médico.
“Lograr que las cifras de desnutrición disminuyan es el trabajo de muchos sectores, no sólo de salud; por lo tanto, se requiere trabajar de forma sectorial aprovechando la estabilidad económica que tiene el país y los proyectos sociales que venimos desarrollando”, concluyó Humacayo.
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