La Paz – Miércoles 28 de Marzo de 2018 | Unidad de Comunicación
El Ministerio de Salud, en coordinación con el Sedes y el municipio paceño, realiza actividades de vigilancia, control e inspección de alimentos típicos de la Semana Santa para prevenir enfermedades que tiene que ver con la mala manipulación y falta de higiene, particularmente de pescados, mariscos, algas y otros.
“Según la OMS, las enfermedades que se transmiten a través de alimentos constituyen el problema de salud pública más extendido en el mundo actual”, afirmó Milton Gonzales, jefe del Programa de Enfermedades Transmisibles por Alimentos e Inocuidad Alimentaria, del Ministerio de Salud.
El uso de utensilios inadecuados, la acumulación de basura cerca de los puestos de venta, la escasa o nula capacitación en la higiene y manipulación de alimentos, se convierten en un riesgo de salud que se incrementa en estas fechas.
“Los alimentos son un vehículos de patógenos que causan las enfermedades, particularmente estomacales. Por esto, el Ministerio de Salud se constituye en parte preventiva dentro las políticas de salud pública”, añadió la autoridad.
En nuestro medio, siguiendo las costumbres religiosas de Semana Santa, la población boliviana tiene la costumbre de consumir productos como pescados, mariscos, algas, entre otros, que son perecedero (se deteriora con facilidad).
Con referencia al pescado, Gonzales recomendó tomar en cuenta las siguientes características óptimas: ojos prominentes y brillantes, branquias rojas y húmedas, escamas firmemente adheridas, superficie brillante y húmeda, olor característico.
Las alteraciones que deben ser consideradas a la hora de adquirir pescado son: ojos hundidos y opacos, branquias pálidas verdosas o negruzcas con olor fétido, escamas que se desprenden con facilidad, superficie opaca y pegajosa y olor fétido.
En el caso de los mariscos observar que el caparazón esté íntegro, debe tener sonido mate a la percusión, ambas valvas cerradas, olores y colores característicos, contenido firme y brillante.
Si observa que el caparazón de los mariscos está roto, el sonido es hueco a la percusión, las valvas están abiertas, hay olor desagradable, el contenido está pegajoso, se deshace o desprende fácilmente, no compre.
Si opta por crustáceos estos deben ser de color verde azulado, tener olor a mar y estar íntegros. Si por el contrario están de color rojo, tienen olor fuerte o están fracturados, no los adquiera.
Si prefiere las algas comestibles (cochayuyo), estas deben ser conservadas en envases herméticos para la venta, además, deben ser prolijamente lavados una vez hidratados.
Asimismo, los alimentos perecederos deben ser conservados en temperatura de 0º a 5º centígrados, las vendedoras deben contar con carnet sanitario vigente, usar gorro, barbijo, mandil, calzados cerrados y guantes.
Evitar que los alimentos estén sucios, con polvo o que estén en contacto con el suelo. La cocción de estos alimentos deberá ser a temperatura por encima de los 70º centígrados hasta que estén plenamente cocidos.