La Paz – Jueves 16 de Noviembre de 2017 | Unidad de Comunicación
La contaminación ambiental en los hogares, en las unidades educativas, el barrio y espacios más frecuentados por niños y niñas podría poner en riesgo su salud.
Por esto, el Ministerio de Salud, la Unidades de Salud Ambiental y Redes de Servicios de Salud, con el respaldo de la OPS/OMS y el Gobierno de Canadá, trabajan en la identificación de riesgos ambientales en la salud de niños y niñas.
Al respecto, la ministra de Salud, Ariana Campero Nava, durante el acto de inauguración del taller “La niñez, la salud y el ambiente en la atención primaria de salud”, destacó la importancia de articular y trabajar esta temática en coordinación con los nueve servicios departamentales de Salud y los programas ministeriales.
“Es importante trabajar en el fortalecimiento de herramientas, instrumentos y capacidades del personal, para identificar de manera oportuna los riesgos ambientales y luego llevar adelante acciones concretas”, afirmó la autoridad nacional.
Destacó que la contaminación del aire es una amenaza invisible para la salud. En Bolivia, la contaminación atmosférica se debe principalmente a emisiones producidas por el parque automotor en las grandes ciudades y el uso de leña y carbón para cocinar en zonas rurales.
Por su lado, el representante de la OPS/OMS en Bolivia, Fernando Leanes, afirmó que Bolivia es uno de los países que a pesar de producir muy baja contaminación ambiental, es uno de los primero en trabajar sobre la temática de prevención de la salud y el medio ambiente.
De acuerdo al trabajo realizado hasta el momento, la salud de los niños estaría en riesgo en sus viviendas, sus unidades educativas, en los hábitos familiares, en sus barrios, los parques y otros espacios a los que concurre con frecuencia.
Por ejemplo, el uso de combustible en la cocción de alimentos, si es leña, el humo que produce sería la causa de enfermedades respiratorias, incluso asma. Si se trata del consumo de agua de mala calidad las consecuencias son enfermedades diarreicas. También se contempla el hecho de que su vivienda o unidad educativa esté cerca de fábricas.
Por otro lado, los niños expuestos a metales pesados son los que se llevan la peor parte, pues las enfermedades son más severas, complicadas y de alto riesgo, por ejemplo los efectos de estar expuestos al plomo de las pinturas.
“El plomo es un metal pesado neurotóxico que cuando está presente en la sangre, circula por todo el organismo ocasionando daños neurológicos irreversibles cuando llega al cerebro”, afirmó la Ministra de Salud.
Lo peor es que se trata de una enfermedad silenciosa que solo puede ser detectada si se mide la concentración de plomo en la sangre.
Similares complicaciones se tiene con sustancias como el mercurio. Es el caso de cuando se rompe un termómetro, el vapor de este metal es absorbido y los riesgos tanto químicos, físicos y neurológicos pueden provocar lesiones por el resto de la vida, si no son atendidos oportunamente.
Asimismo, se debería tener especial precaución en el consumo de productos elaborados en recipientes de plomo (pasankallas). Respecto al uso de utensilios de cocina, tener cuidado con aquellos que son fabricados con aleaciones de plomo y níquel.
Ante esta situación, la ministra Campero afirmó que la política nacional de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (Safci) no se reduce a la asistencia médica.
“Safci llega a todos los departamentos y municipios, especialmente a la salud primaria que es el eje fundamental de la promoción de la salud. Actúa de manera directa con la comunidad y los factores de riesgo que inciden en la salud y vida cotidiana individual, familiar y comunitario, enfocando la atención en un grupo poblacional que es el futuro del país: la niñez”, concluyó.
