La Paz – Jueves 5 de Octubre de 2017 | Unidad de Comunicación
Cerca a seis mil habitantes de Guayaramerín, del departamento de Beni, que comprenden aproximadamente 1.475 familias, están protegidas de la Malaria luego de aplicarse el segundo rociado residual intradomiciliario correspondiente 2017.
“El Ministerio de Salud realizó, en esta gestión, la transferencia de 263.568,24 Bolivianos al Programa Nacional de Control de Malaria y su regional de Guayaramerín para dar cumplimiento a los objetivos planteados: garantizar el acceso al diagnóstico, tratamiento y seguimiento de casos de Malaria”, afirmó el responsable del Programa Nacional de Control de Malaria, Omar Flores.
Esta tarea fue complementada con el trabajo de optimización de los mecanismos y herramientas de vigilancia de los vectores, la gestión de la información y el relevamiento de datos.
Explicó que con la vigilancia epidemiológica y las tareas de prevención focalizada de la enfermedad, con el uso de mosquiteros tratados con insecticida de larga duración y el rociado residual intradomiciliario, las familias de esta región beniana quedan protegidas de la enfermedad.
Flores destacó la cooperación y participación de los vecinos y dirigentes vecinales de los 10 barrios endémicos estratificados, de las autoridades regionales, del equipo de técnicos y supervisores, además de las redes de salud del Ministerio de Salud y la planificación del programa.
Los barrios que recibieron el rociado intradomiciliario fueron: Guayaraguazú, La Poza, San Pedro, Fe y Esperanza, San Isidro, San Miguel, Francisco I, Los Almendros, El Carmen y 22 de Septb, haciendo un total del 80% de cobertura.
“Estamos satisfechos por los resultados obtenidos en las actividades preventivas que dirige el Programa Regional de Control de Malaria en Guayaramerín. Recorrimos una a una las casas de estos barrios donde se reportó la presencia del mosquito causante de la enfermedad”, concluyó la autoridad.
La Malaria o Paludismo es una enfermedad infecciosa causada por la picadura del mosquito anófeles. Después de la infección, los parásitos (llamados esporozoítos) se alojan en el hígado, donde maduran, luego ingresan en el torrente sanguíneo e infectan los glóbulos rojos.