La Paz – Viernes 22 de Septiembre de 2017 | Unidad de Comunicación
Los ministerios de Salud y Educación, junto al Servicio Departamental de Salud, definen estrategias de control y vigilancia a empresas que proveerán alimentos a estudiantes que participarán en los Juegos Estudiantiles Plurinacionales en la ciudad de Potosí, para evitar brotes de enfermedades por alimentos.
“Nos hemos constituido, como ente rector, en la ciudad de Potosí para precautelar la salud de los niños en los juegos plurinacionales que se desarrollarán desde el 24 de septiembre hasta la primera semana de octubre, especialmente en los albergues, verificando las condiciones sanitarias”, afirmó el jefe del Programa de Enfermedades Transmitidas por Alimentos del Ministerio de Salud, Américo Maldonado.
Tres instancias verificaron la ubicación de los servicios de Cáterin y las condiciones que disponen para la provisión de alimentos. En coordinación con la Intendencia Municipal hicieron el control de vendedores ambulantes, se constató que tengan autorización sanitaria para el expendio de alimentos.
Asimismo, analizaron el agua de las empresas abastecedoras y supervisaron la inocuidad de las firmas proveedoras de alimentos como Lácteosbol y Banana, esta última encargada de la provisión de frutas a los competidores de primaria, para evitar todo riesgo de contaminación con algún tipo de agente causante de diarreas.
De acuerdo con el profesional del Ministerio de Salud, un brote de Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA) es un incidente en el que dos o más personas presentan una enfermedad semejante después de la ingestión de un mismo alimento, y los análisis epidemiológicos apuntan al alimento como el origen de la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud considera que el 70 % de los casos de diarrea se producen por la ingestión de aguas y alimentos contaminados, y solo el 30 % se debe a otras causas orgánicas.
En Bolivia, desde 2002 se presentaron brotes de enfermedades transmitidas por alimentos a través de la leche, carne cocida, tofu, humintas y otros.
El último brote registrado fue en Pando en mayo de 2015, cuando 400 personas, entre estudiantes y profesores, fueron afectas por el consumo de sándwich de pollo mal manipulado.