La Paz – Viernes 2 de Septiembre de 2016 | Unidad de Comunicación
En el 2014 y con el D.S. 1870 se supera la meta de 30 trasplantes renales con donante vivo a 47 trasplantes renales de octubre a noviembre de ese año, reto que además no representó ningún costo a los beneficiarios, con la total gratuidad del servicio.
A la fecha son más de 130 trasplantes renales gratuitos que se practicaron en el país, con seguimiento personalizado durante el proceso de recuperación del paciente, con todos los cuidados que representa y son cubiertos en su totalidad por el Ministerio de Salud. Por lo tanto los pacientes renales son aliados, al ser testimonios de vida, ser prueba fehaciente de que el Estado apuesta por una vida mejor con el lema “Vivir Bien”.
El Programa Nacional de Salud Renal del Ministerio de Salud, se crea el año 2007 con la función específica de trabajar en la prevención de la salud renal y fortalecer las unidades de hemodiálisis que hasta ese entonces eran pocas máquinas con las que se contaba en el país, además que se centralizaban en el eje troncal como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
De esta manera los pacientes renales debían viajar permanentemente a estas ciudades capitales para recibir su tratamiento de hemodiálisis o finalmente decidían trasladarse a vivir a otro departamento, con lo que se producía un quiebre familiar.
Por otro lado, el tratamiento de hemodiálisis de forma particular tenía un costo aproximado de Bs. 4.000 y si el paciente optaba por recibir su tratamiento en los servicios públicos, tenía que registrarse en unas listas interminables, por lo que muchos pacientes una vez diagnosticados, resolvían retornar a sus hogares y esperar su muerte de manera irremediable.
A partir del 2014 y con la promulgación de la Ley N°475 se consigue un cambio trascendental en el país para los enfermos renales, ya que gracias a una decisión política, el Estado designa recursos del Tesoro General de la Nación TGN, para la compra de máquinas, entrega de medicamentos y la decisión de ingresar a municipios intermedios, para que los pacientes puedan acceder al tratamiento sin romper el vínculo familiar y recibir su tratamiento 3 a 4 veces por semana, causando un impacto social de largo alcance.
Después del 2014 el Programa Nacional de Salud Renal sigue apoyando, fortaleciendo y creando nuevas unidades de diálisis. En un principio el perfil epidemiológico de la enfermedad renal afectaba sobre todo a las personas por encima de los 50 años de edad, pero en los últimos años se registran casos en jóvenes y niños con insuficiencia renal por problemas de genética. Por tal motivo se inicia con el equipamiento de salas de hemodiálisis pediátricas (Santa Cruz, La Paz).
DEL PACIENTE RENAL
El paciente renal no es una persona que puede desenvolverse de manera normal, ya que por la enfermedad pierde el libido sexual, debido a la anemia presenta un cuadro de cansancio y agotamiento, que no le permite estudiar ni trabajar , en consecuencia la mayoría de las veces se deprime y necesita del apoyo esencial de su entorno familiar, apoyo psicológico, etc. por ello el Programa Nacional de Salud Renal no solamente asegura el equipamiento y medicamentos, sino brinda un apoyo integral, con el objetivo de reinsertarlos nuevamente en la sociedad y mejorar la calidad de vida.
Una vez que el paciente renal es trasplantado, el Programa Nacional de Salud Renal, brinda un seguimiento personalizado diario con un equipo multidiciplinario, para garantizar la rehabilitación total del paciente y su reinserción en la sociedad.
“Es importante resaltar la voluntad de la política del presidente Evo Morales y el compromiso de la Ministra de Salud Ariana Campero que destinaron profesionales, especialistas, técnicos capacitados quienes han trabajado de manera decidida para que el Proyecto de Salud Renal Salga adelante” destacó la Responsable de Programa de Salud Renal Dra. Silvia Paz.
Con esta política de trabajo y el Decreto Supremo N° 1870, se rompe con el paradigma o la posibilidad de venta o lucro de riñones, más bien se promueve la donación voluntaria parental, hasta el cuarto grado de consanguinidad con el trasplante renal y se abre la posibilidad de la donación renal con donante cadavérico.
DGM/UCOM